Lo anterior lo expreso el Obispo de Colima, Gerardo Díaz Vázquez, tras agradecer las atenciones que se le han dado en los cinco meses desde que llegó a la diócesis colimense, indicando que quedan temas pendientes y como Iglesia “ya estamos buscando sumar algunas acciones para colaborar en la construcción de una mejor sociedad”.
“Tenemos por lo menos tres acciones directas que queremos crear, atender la problemática de la desintegración familiar, nos preocupa que Colima tenga el más alto índice de separaciones y divorcios en México".
Señaló que también se deberá atender la de violencia familiar, otro tema pendiente, dijo, la atención de adolescentes y jóvenes, esta es muy compleja, también queremos colaborar directamente en la construcción de una sociedad de paz, “generando una comunidad, en los barrios, en las colonias, generando mesas de escucha, centros de diálogo, atención a personas violentadas, entre otros”.
Junto con estos temas, expresó “queremos echar a andar todo un plan diocesano pastoral que lo vamos a terminar de diseñar, por lo que será importante para la Iglesia Católica”.
“Vamos a diseñar el plan completo, para diseñar líneas y estrategias que nos permitan todos los sectores de la Iglesia y de la sociedad; la gente vulnerable, la gente necesitada. Implementar más nuestros programas sociales, desde la Iglesia que ayuden a la gente más vulnerable”.
Para los programas sociales, mencionó el Obispo, se tiene toda la Red de Caridad, pero “queremos implementar los ministros de la caridad en la Diócesis. Queremos que todas las parroquias promuevan hombres y mujeres que quieran enfocar su servicio para ser ministros de caridad, desde la visita a enfermos, la actividad pastoral en la cárcel, la actividad pastoral en los hospitales, sobre todo en atención de alimento, pero nos hace falta la atención a los enfermos”.
También buscarán la interacción más con la sociedad, el crear comunidades de escucha, de atención a personas violentadas, a realizar “misas callejeras” para que haya mayor convivencia entre vecinos, no tener miedo de estar en la calle, etcétera.
Con los jóvenes, agregó el Obispo, se tendrá en enero de 2024 la Prepastoral Juvenil, en donde se esperan entre 300 y 400 jóvenes de todo el país, que harán presencia en la ciudad.
Finalmente invitó a todos los feligreses “a que este año sea uno en donde todos podamos crecer, desarrollarnos humana y cristianamente, fortalecer los vínculos familiares y los vínculos en la sociedad y que como Iglesia sepamos ofrecer respuestas más favorables para nuestra comunidad”. (Redacción)
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